Y llegó una Navidad más, que se le va a hacer. Ha pasado
un año entero madre del amor hermoso lo que ha pasado durante todo este tiempo,
ahora no lo comentaré pero más adelante lo haré lo tengo claro. Ahora lo
importante es hablar un poco sobre este día o mejor dijo, estos días. Que a mi
personalmente no me gustan, pero yo respeto a todo el mundo, que para eso hay
que ser respetuoso con todo el mundo y no dejar de lado porque a uno no le
gusta (ironía ante todo).
Recuerdo cuando era pequeño (de edad porque sigo siendo
como un niño aunque no lo parezca), que me encantaban. Las deseaba como el que más.
Con ilusión, entusiasmo y sobre todo con alegría. Y eso sí con una sonrisa en
la cara y deseando a todo el mundo una Feliz Navidad, pero sin falsedad (ahora
eso no lo hago, solo lo digo si sale del corazón y no para quedar bien porque
no soy así nada más). Porque ahora mismo pues noto, percepción mía nada más
(espero que no lo toméis a mal) se dice por quedar bien y para decir mira yo te
felicito y tu a mí no, pues no lo siento yo lo digo si sale sino pues nada no
me felicites tu.
Otra cosa que recuerdo cuando era pequeño, madre mía,
cuando pedíamos el aguinaldo mis vecinos y yo, por todo el bloque, armando la
de San Quintín y haciendo perrerías al portero (el Sr. Ángel) que le dejábamos la
entrada de su casa hecho unos zorros. Y tirando bombas fétidas, botes de espuma
por doquier y gritando todo lo que podíamos. Y luego acabamos en mi casa,
contando el dinero y viendo la tele y hablando entre nosotros (eso si que eran
buenos recuerdos) y todos juntos, tanto mayores como los pequeños (así ha
pasado, desde hace ya mucho tiempo nos vamos todos justos los vecinos) y sin
diferenciar a nadie.
Y antes de que se me olvide, las fiestas que hacíamos en
el cole. Que llevábamos de todo para comer, nos poníamos como unos ceporros de
guarrerías y que nos juntábamos las dos clases (que yo tuve la suerte de estar
en las dos) y a montarla bien como siempre. Y nos despedíamos de todos los
compañeros como sino los volviéramos a ver y luego quedabas con ellos (que
bellos recuerdos era esos de verdad). Luego va cambiando, cuando ya vas al
instituto que celebrabas las que te habían quedado, haciendo botellón en el
parque, poniéndote to ciego y luego te ibas a los polígonos a seguir de marcha
y que por tantos suspensos te daban minis de cerveza o calimocho. Así pasaba
que unos colocones de flipar, y sino que se lo digan a más de uno de mis amigos
que vaya tela.
Luego ya te vas a haciendo un poco más mayor (es mi caso
nada más) y esa ilusión se me ha perdido. ¿Será que el Peter Pan que tenía
dentro se me ha ido? Pues lo más seguro que sí, pero yo tengo otra ilusión en
estos momentos no por la Navidad. Es desde hace ya mucho tiempo. Ha sido todo
un proceso que ha ido favoreciendo esa pérdida por la Navidad, pero eso sí no
ha sido toda, no penséis más, ha sido poco a poco, porque tengo un poco. Es lo
que tiene hacerse mayor y dejar atrás algunas cosas que antes si que te hacían
mucha más ilusión.
Sobre todo, en estas fechas te acuerdas de mucha gente
que ya no está a tu lado. Tanto porque nos han dejado físicamente o porque
están a una distancia de ti que es imposible ver. Pero yo se que, desde el
cielo, están esos ángeles celestiales que cada día pienso en ellos y se que
desde la última estrella que hay en el firmamento me están mirando y me cuidan
como si estuvieran a mi lado. Solo puedo decir que mas quisiera yo hablar con
cada uno de ellos, hasta con los que no he conocido pero que me han hablado de
ellos, y decirles tantas cosas que no tendría ni el tiempo suficiente para
todo. Pero desde aquí ya os puedo decir, os echo mucho de menos y espero que
nos veamos allí donde estéis.
Si digo la verdad,
tenía muchas cosas por la cabeza para poner por aquí pero ha sido empezar y
todo lo tenía se ha ido. Es lo que tiene, cuando tienes cosas en la cabeza y
hacer más cosas mientras estas haciendo esto. Pero esto es lo que hay. Espero
que paséis una buena noche, en compañía de toda vuestra gente y FELIZ NAVIDAD.
Javier Tiene
Sueño
24/12/2012