jueves, 17 de enero de 2013

Cosas que comentar, nada más


Desde la última vez que me senté delante del ordenador, han pasado cosas por mi cabeza que no se si algún día las contare. Porque son cosas que ya no tienen importancia en este momento ni en este lugar. No quiero aburrir con mis tonterías, ralladuras de cabeza ni con mis problemas. No son tan esenciales, como yo creía con anterioridad. Hay cosas mucho peores (eso me lo ha dicho mi conciencia que la he descubierto poco a poco) en la vida, como la pobreza, las guerras, los parricidios, los niños que mueren de hambre, los desahucios… y tantas cosas, que mis problemas son temas ya banales y que seguro que no tendrán importancia.

Desde hace algún tiempo, me he plantado cara a mi mismo y he vuelto a remover un poco dentro de mi (que es un espacio pero que muy grande como todo ya sabéis) y he dejado que mi mente y corazón se den una pequeña tregua (aunque mi conciencia esté tan abrumada y me mire muchas veces como el cuadro de Edvard Munch “El grito”). Es difícil, impensable, complicado, arduo y sobre todo peliagudo. Ya que uno puede ir a un ritmo y la otra a lo suyo. Pero lo voy a hacer sea como sea (otra vez no me mires con cara de pocos amigos conciencia y quítate las gafas de media luna) o mejor dicho, lo estoy intentando.

Por un lado, concienciándome que no soy el único que tiene problemas, quehaceres y complicaciones (sigue riéndote conciencia que a mi no me está haciendo ni pizca de gracias mamona). Ya que hay personas que están mucho peor que yo. Un claro ejemplo es ver, a la gente sin techo, con el frio que hace y que tienen que vivir a la intemperie, ahí se me parte el corazón. O esos niños que ves por la televisión que no tienen nada pero siempre con una sonrisa en la cara. Pienso en todos ellos (son poco ejemplos pero los que me han venido ahora mismo) y digo, vamos brabucón, no tires la toalla tan pronto y mira hacia el horizonte y busca esa luz que antes veías con tanta claridad.

Lo que ha pasado últimamente, que he hecho reflexiones conmigo mismo (si, ya lo se ya lo se que contigo he hablado tanto que me te tengo ya muerto conciencia del diablo) y con gente a la que quiero y que han estado ahí a mi lado y me han dado ese empujoncito que necesitaba. Aunque también me he reencontrado con gente que hacía tiempo que no hablaba o veía y eso incluso me ha sido un viento de aire fresco para mí. Y sobre todo, y ya lo he comentado en cuantiosas ocasiones, que he conocido a gente maravillosa, espectacular y que me han dado tanto en tan poco tiempo que ahora mismo forman parte de mi vida y orgulloso que estoy de todos/as ellos/as (despierta conciencia y hazme caso y no me babees tanto). Y no sigo por ahí que sino ya empiezo por lo mismo.

Una cosa que quiero comentar y no he podido o no he querido, es que ese beso que necesitaba, anhelaba y deseaba, no me lo han dado. No lo he podido percibir todavía. Y lo sigo buscando y seguro que lo voy a encontrar tarde o temprano. Pero es que lo necesito. Ese beso que me robaron fugazmente (deja de dar volteretas como una peonza conciencia maldita) me dio esa esperanza que se había perdido por un camino tempestuoso, pero que ha vuelto a desaparecer otra vez poco a poco a ver si consigo que alguien me de ese beso de verdad. Y me sienta como aquel niño con sus zapatos nuevos y pueda saborear esa lengua que tanto me gusta, esos labios tan tiernos y sinceros, y me hagan temblar hasta lo más hondo de mi ser (cierra la boca que sigues babeando pendeja de conciencia). Ya dije que os comentaría algo, y aquí está. Seguro que más pronto que tarde tendré esos labios otra vez en los míos.

Nunca podré olvidar
aquellos ojos sin imaginar,
que pronto podre escudriñar
sin que los pueda olvidar.
Nunca pensé tanto en ti
como la última vez en la que te vi,
con esa mirada tan sincera
que espero que haya una tercera.
Nunca tengo la conciencia tranquila
porque siento que te pierdo,
como si fuera un águila
y no un buen recuerdo.
Nunca diré lo que es verdad
aunque fuera por curiosidad,
solo puedo decir de corazón
que serás para mí lo más dulzón.
Para terminar con dulzura
y con buen tesón
os pido perdón
por esta caradura
que seguirá en sus trece
y tendrá un buen empiece.

Vale lo se, no es una cosa que tenga que pedir perdón (calla vieja incauta y quítate de debajo del faldón con el brasero, conciencia maldita), siempre cuento lo mismo, pero es que no puedo hacer otra cosa, soy así y no puedo cambiar. Y otra cosa un día os presentare a mi conciencia (para por dios, deja de dar saltitos como una loca conciencia traviesa). Yo creo que os va a caer muy bien, pero alguna veces no tiene ni pizca de gracia y me juega muy malas pasadas (vale vale, perdona jolín y no estés en ese rincón que me pongo triste conciencia), pero la quiero tal y como es, ya que es parte de mí. Os gustará. Hasta más ver.

Javier Tiene Sueño

17/01/2013

viernes, 4 de enero de 2013

Se nos ha ido un año más. “Adiós” 2012, “Bienvenido” 2013


Ya estamos aquí de nuevo. Otra vez ha comenzado un nuevo año (y eso que se creía que si iba a acabar el mundo y no fue así) Y yo me pregunto, ¿Cómo será? No tengo la respuesta adecuada y no la quiero saber tampoco. Tengo que ser sincero, porque no se leer el futuro, pero espero que sea mucho mejor que el 2012.  Y mira como termina el nuevo años, en 13, el número de la mala suerte. Ese número que muchos no pueden ni decir (recuerdo a una persona de la tele 12 + 1), que traen los recuerdo del martes o el viernes 13, la venida del anticristo (que soy yo en personificación) como decía el Génesis y demás cosas que se dice este bonito número. Pues no se que me da a mí, y eso no equivocarme, que puede que sea mi año. De las nuevas expectativas, de los nuevos retos, de los nuevos reencuentros y sobre todo de una nueva estabilidad en todos los aspectos.

Se fue aquel año en el que empecé este viaje cibernético por los blogs. Me lo decía bastante gente que escribiera, porque les gustaba lo que ponía en una red social. No lo tenía muy claro, pero fue leer uno y dije ¿por qué no hago yo lo mismo? Y mira donde estoy escribiendo una nueva entrada. Y no será la última, que quede claro, hay que ir poco a poco y no atosigando. Se va mejorando. Se empieza con pocas palabras y sin sentido, pero después se piensan un poco más las cosas y mira tu por donde salen cosas, que me han gustado. Espero que este año que entra sea mucho mejor para poder escribir historietas, retomar mis poemas sin sentido y mis sentimientos.

Se fue aquel año que empezó con grandes esperanzas y grandes expectativas para todos. Y mira tu por donde que hemos empezado igual o peor que lo dejamos. Suben el agua, el gas, la luz, el transporte, el carburante, que maravilla de país ¿lo había comentado alguna vez? Nos prometían el oro y el moro, recuperación económica. No hacer recortes. Crear empleo. No tocar las pensiones… Tantas cosas,  ¿y que ha pasado? Uf no lo se, porque como empiece a decir todo lo que se me pasa por esta cabeza loca que tengo últimamente, pueden salir hasta sapos y batracios y no me apetece. Pero gracias Sr Rajoy, gracias Señores/as ministros/as, gracias Congresos de los Diputados y gracias Asamblea de todas las comunidades, gracias a todas las instituciones en general por dejarnos así de bien como vamos y sobre todo ya nos cobraréis por respirar que ya es lo nos queda. Os lo voy a agradecer tanto, que ya tenéis aquí a un súbdito para toda la vida y sobre todo que si volvéis a subir más los impuestos y todo lo demás aquí estaré como buen súbdito para pagarlo aunque me quede en la calle.

Se fue aquel año en el que he podido afianzar la amistad con algunas personas, que conocí hace unos dos años y un poquillo más. Y creo que eso no va a cambiar, porque las tengo tan apegadas a mí que sería imposible alejarme de ella. No entra en mi mente ni en mí ser que se vayan de mi lado. Y eso ocurriera estaría perdido, no me encontraría, estaría vagando por un pozo sin fondo. Hemos tenido de todo. Risas, enfados, reconciliaciones, resquemores, cariño, alegría y ternura, pero sobre todo UNA GRAN AMISTAD. Se que este año no será para menos y todo seguirá igual o mucho mejor porque nos lo merecemos. Y tengo la certeza de que será para toda la vida, yo al menos lo deseo y lo quiero.

Se fue aquel año en el he seguido con los mismos amigos y algunos que han vuelto de repente y yo encantado con ello. También hemos tenido lo nuestro. Confidencias, malos entendidos, diversión, salir de fiesta, estar en casa viendo pelis, cenitas y sobre todo esa amistad. Aunque últimamente estamos un poco mas despegados, pero se que eso suele pasar hasta en las mejores familias y se que queda nuestra amistad para toda la vida, lo tengo muy claro. Pero lo que no me ha gustado en este punto, es que no hemos tenido mucho barrierismo este año. Hemos bajado muy pocos y eso no me ha gustado nada (aunque con la gente que he bajado he estado tan agusto y con ganas de repetir, que quede claro). Espero que en el año que hemos entrado, sea mucho más.

Se fue aquel año en el que he tenido muchos sentimientos. Más de lo que yo me creía. He sentido tantas cosas que no podría escribirlas aquí todas a la vez. Ya que no sería posible, os aburriría tanto o sino volvéis a leer todas las entradas y ahí están casi todo lo que he sentido. Ilusión, alegría, pena, decepción, amargura, complicidad. Son los adjetivos más relevantes, aunque ha habido más, pero con eso me puedo identificar. Con el que más es la decepción, pero se está yendo, pero tiene que ir poco a poco. Y va por buen camino, aunque venga cada dos por tres, pero se irá, lo tengo muy claro. Porque todavía los siento en estos momentos. Es normal, de un día para otro todo no se va, pero espero que alguno que otro se vaya antes porque ya no puedo más.

Se fue el año de los conciertos en compañía de amigos y de familia. Ha sido sensacional. Esos términos de gira de una tripulante del vuelo 547 que nos dejó con la piel en los labios y deseando que vuelva para darnos más caña. Ese teatro en que el tuvimos muchas cosas a la vez, lloros, confidencias, sorpresas, unión y sobre todo conocer a gente nueva y nos volvió a sorprender con un cambio de look. Esa sorpresa que me dieron al empezar el año de volver a disfrutar de una italiana que fue tan inédito, que llenó todo y nos volvió a sorprender con esas canciones de ahora y de antes. Ese grupo sevillano que nunca había gusto y que pude volver a Nueva York solo con una llamada de teléfono y ver por fin “A mi manera”. Ese grupo de los 80 que decían que Marta tenía un marcapasos y notan sensaciones en ir a Venecia. Esa chica que como un fantasma está ahí como puede y estuvo como una señora en el escenario. Esa chica que pude conocer cantando “En fronteras diferentes”, que la conocí gracias a una gran sister of milk, y que me enganchó tanto que es ahora mismo una parte de mi Banda Sonora Original y tengo muchas ganas de volver a verla.

Se fue aquel año en el que pude emprender una nueva etapa. En concreto por Fuencarral y por Villaviciosa de Odón. Conocer un mundo que siempre me había llamado y sobre todo que hacía tiempo que no iba. Y he vuelto a ello y con ganas de más y sobre todo porque lo necesito. Y lo que más me ha llamado es que he conocido a mucha gente (mas buena que mala) que ahora mismo puedo considerar amigos de verdad y se han preocupado. Han estado ahí para escucharme y me han dado muy buenos consejos. Aunque también tuvo algo malo porque me hicieron sentir como una mierda, pero eso ya es agua pasada ya que soy como soy y no lo puedo remediar.

Seguramente que me quedó muchas cosas que me pasaron en aquel año que ya hemos pasado. ¿Lo he hecho aposta? ¿No las quiero recordar? o ¿las quiero dejar pasar? Seguramente que será eso. Con lo cual mejor no recordarlas.

Y entramos en este nuevo año. El 2013 como ya había comentado con anterioridad. No voy a hacer mis propósitos para este año, porque se que no los voy a cumplir. Me conozco tan perfectamente que no voy a hacer eso. Pero solo quiero decir una cosa. Espero que sea mucho mejor que el anterior. Que todo el mundo encuentre lo que está buscando. Que se cumplan lo que si que han pedido (que yo no) y que sean sobre todo felices. Bienvenido 2013, nos quedan muchos días para estar juntos.

P.D: Del amor y esas cosas no me apetece hablar mucho, porque como ya he dicho no quiero aburrir. Y además no me parece bien, eso me lo guardo para mí que ya cada uno sufre lo suyo. Y también por respeto.


Javier Tiene Sueño

24/12/2012