jueves, 15 de noviembre de 2012

Buenas nuevas, de un tripulante a la deriva


Han pasado tantos días desde que escribí por última vez que ya no tengo ni ganas de volver a hacerlo, pero hoy me he sentado una vez más delante del ordenador, voy a dejar que fluyan las ideas y veremos que salen. Si  sale una cosa bonita y que me guste ahí lo tendréis y sino sale nada, pues esto se quedará en un cajón vacío de mis apuntes y no verán nunca la luz. Una luz que no veo hace tiempo, ya no me ciega ni veo por ninguna parte. Esto pasa a menudo cuando estas en un callejón sin salida y no sabes ni por donde dirigir tu camino y con quien. Nunca se sabe lo que pasará pero salida tendrá eso lo tengo claro.

Hay cosas que no han cambiado, ahora mismo de fondo y sonando por los auriculares escuchando bellas canciones para que emane esos pensamientos y razonamientos que pasan por mi gran cabeza que no puede dejar de ir a mil por hora a todas horas del día. Se que pronto todo eso pasará, cuando nunca se puede adivinar, llegará un momento que diga hasta aquí y cambio de ritmo, de acontecimientos y visiones y se vaya todo, o se quede apartado en alguna carpeta abandonada y seguir hacia delante.

Mis propósitos en este pequeño relato o como queráis que sea, no es decir siempre lo mismo que he dicho en anteriores ocasiones. Sino que sea algo más profunda y que llegue a todo el mundo. Ya que no es bueno repetirse con las mismas ideas porque llegan a cansar, como me ha pasado a mí mismo con mis tonterías, y espero no repetir y si lo hago hacédmelo saber, sería bueno para no insistir con lo mismo.

Lágrimas y más lágrimas son unas nuevas compañeras de este viaje que ya empezó hace ya tanto tiempo de vida, que últimamente se han vuelto inseparables. Ya no es como antes, ahora mismo son casi constantes, por nada. No lo entiendo. No lo concibo. No lo comprendo. Es ver cualquier situación y salen. Es pensar en algo y ya están aquí. ¿Por qué? No lo se, pero que estoy más sensible que antes. Sí lo confieso. Es una situación que no me gusta y sobre todo expresar a todos vosotros, pero quiero que lo sepáis. Mis lloros llegan a mi mente solos, sin entender (lo tengo que decir con una sonrisa en la cara, perdonadme pero es que estoy con una canción que me traen muchos recuerdo y sobre todo de una persona que es una amiga de toda la vida, de Tom Jones “It´s not inusual” perfecta para ahora mismo por dios), pero según vienen se van pero luego vuelven a pasar otra vez. Una mierda es. Quiero que se vayan esas gotas saladas que salen de mi retina. Ya no quiero verlos más. Fuera no os necesito sino es por un sentido. No quiero volver a verlas en mucho tiempo. Adiós y hasta luego. Solo venir cuando haya una justificación y sus porqués. No porque sean porque sí. Comento que algunos son una buena justificación o por algo que ha pasado, pero yo no quiero más. Dejadme tranquilo. Quiero algo de paz, tranquilidad y nuevas sensaciones y que vuelvan de una vez esos ojos que dicen que los tengo sonrientes y no tristes, como ahora. Necesitare ayuda, siempre. Necesitare un hombro, siempre. Necesitare que me escuche, siempre. Pero eso sí, no las quiero volver a ver en un tiempo. Pero eso sí, no voy a dejar que se vayan tampoco cuando lo necesite. Por una canción. Por una emoción de alegría. Por esa parte de mí que las quiera desterrar y abandonar en el fondo de la cuadrícula de mi mente. Por un reencuentro y por una despedida. Quiero que fluyan pero no tanto como lo hacen últimamente.

Mi cabeza va por delante de mi cuerpo, ya no es un escudo que pueda retener, es algo que va más allá. No deja de funcionar y dar vueltas a las millones de pensamientos que tengo, así me pasa día si y día también con dolores y no puede ser. Pero ahora si que puedo decir, intentaré que se vayan por donde han venido. Los recordare, pero ya no con ese recelo que había en mi interior. Los desechare. Los sepultare. Y si vienen a la memoria, como las gacelas corriendo por la sabana de África, haré que venga ese león que tengo dentro para retenerlas y no vayan más allá. Pero será muy difícil, lo reconozco, sin embargo me llenaré de ese valor, que está aún más sumergido en mí, y que se vaya a otro lugar desterrado. Fuera, no los quiero, no quiero pensar más y dejar pasar a un nuevo estado. Hasta siempre, o eso espero de verdad. Aunque esté decepcionado, sin ganas de nada, sin ganas de ver a nadie, y que no vea esa luz que decía con anterioridad, eso tiene que cambiar. Lo voy a tener seguro. Aunque ya me conozco como si me hubiera parido yo mismo, no va a pasar, es todo lo contrario, pero tengo claro que lo voy a hacer o se intentará al menos.

No todo ha sido malo en estos días de ausencia por aquí. También ha habido muchas cosas buenas. Pero son lo primero que se olvida y no lo piensas ya que viene todo lo negativo. En estos días de abandono, he conocido a gente muy buena, maravillosa y me han hecho sacar esas sonrisas. Y que ya puedo considerar a bastantes hasta amigos. Porque me han dejado conocerles. Se han abierto a mí. Me han constado muchas cosas. Y sobre todo, que me han dejado ser como soy. Sin trampa ni cartón. Por eso tengo que darles las gracias a todos y cada uno de ellos por formar parte ahora mismo de mi vida. Un ejemplo mañana, voy a estar con varios de ellos y deseándolo estoy y así me despejo de nuevo, una vez más en su compañía y esa pequeña amistad que se ha creado. Otra cosa más que quisiera decir en este pequeño párrafo, es que me he dado cuenta de verdad quienes son mis amigos. Los que se han preocupado de mí aunque yo no les he hecho mucho caso en estos momentos. Los que me han llamado, animado, estar a mi lado, sacado una sonrisa y a los que he echado también de menos. Eso no se olvida nunca, ni en lo más profundo de mi minúsculo órgano vascular, lo tengo cada día más en mi ser y espero que no se vayan nunca de mi lado.

Creo que ya no tengo que decir muchas cosas más. Seguro que me dejaré demasiadas pero es lo que tiene, nada más. Soy así no puedo cambiar, pero una cosa si que tengo seguro. Ahora mismo voy a ir a mirar al cielo, miraré una vez más a ver si veo esa luz e intentaré encontrarla de nuevo. También mirare a las estrellas que se puedan divisar y hablar con cada una de estrellas, para ver si me ayudan ellas y seguro que me darán los mejores consejos. Asimismo buscaré en una de esas nubes, que pasan a velocidades de vértigo por estas tempestades que hay, a mis ángeles, que los tengo un poco abandonados y les preguntaré como les va y que me escuchen un poco.

Gracias una vez más por leerme, no las tendría que dar, porque lo hacéis porque queréis y eso ya si que es un logro para mí. Que lean este proyecto que empezó como mucha ilusión y que lo tengo abandonado, pero intentaré y me obligaré a no estar tanto tiempo a pisar por aquí. Un beso a todos/as y una cosa, ser felices por favor, aunque haya un barrando delante de vosotros, que de todo se sale. Y a mi, y os soy sincero (aunque siempre lo soy) esto me ha venido de perlas y estoy con una sonrisa en la boca ahora mismo. Mil gracias. Hasta pronto.

Javier Tiene Sueño

15/11/2012