viernes, 24 de agosto de 2012

Mi primer encuentro con Ochoa


En un momento de mi vida, fue el cambio de trabajo (de la Residencia a una empresa de artes gráficas), sucedieron tantas cosas que algunas no las recuerdo bien, pero otras si, pero ahora no voy a contar porque no vienen a cuento. Solo puedo decir bien claro y bien alto que hasta mi parecer cambió en todos los aspectos tanto emocionalmente, con en mi mente, en mi corazón y en toda mi vida. Tenía miedo a la soledad, no tenía ganas de nada ni de sentir por nada ni por nadie, pero nunca se sabe lo que te puede pasar y lo que puedes encontrar. Es en ese momento que cambias en muchos aspectos que todo te parece como nuevo y quieres descubrir pero sin pasar con lo que tenías con anterioridad, mal estar, sin ganas de nada y sin ganas ni de vivir, pero haces tripas corazón, agarras el toro por los cuernos y tirar como puedes hacia delante como un buen jabato que soy.

Al principio de mi recorrido en la empresa de artes gráficas, todo era nuevo, tenía que descubrir hasta como poder respirar ese nuevo ambiente en el que me había metido y encontrar un sitio y un lugar para poder situarme como ser humano que soy. Fue difícil de encontrar y de aceptar porque me pusieron muchas barreras y no me dejaron ni decir ni expresar todo lo que se me pasaba por la cabeza. Pero como se suele decir, poco a poco las cosas vuelven a su ser, te poner las pilas y vuelves como puedes a ser un poco más tu. Das tus opiniones a la gente que tienes alrededor, tienes más confianza en ti, no pones tantas barreras y sobre todo no pones esa barrera que tienes a nada, das un nuevo paso y a ver que sale. Sobre todo en ese momento salieron las cosas muy bien, porque poco a poco conseguí unos objetivos, aunque luego se chafaron pero eso no es cuestión ahora mismo, y mirar al horizonte y no dar la vuelta en nada de lo que deje en el pasado, que fue turbio y sin sentido, pero abrí los ojos y encontré cosas mucho mejores.

Pasó todo al principio de empezar, que todo es nuevo, es lo más normal, pero con el paso del tiempo ya encontré mi sitio, mis nuevas situaciones y sensaciones, ya que tenía un poco más de libertad, seguridad e igualdad. Lo mas extraño fue cuando conocí a una mochila azul, que al principio no me hizo mucha gracia, pero luego con el tiempo la empezaba a ver en mi habitación y me preguntaba ¿Me podrá ayudar en este momento nuevo que estoy viviendo?, ¿me acompañará en mi camino?. Pues así fue, me la cargué en la espalda y así es como empezó todo.

No sabía que nombre ponerla o como llamarla, aunque parezca raro hablo mucho con ella y me da unos consejos que mas quisieran muchos darlos, pero me resulto a la vez fácil ponerla ese nombre porque lo tenía inscrito en su solapa con lo cual desde ese momento la empecé a llamar OCHOA. Es azul completamente con su nombre bien puesto y la cremallera es verde. En la parte de arriba tiene un asa para cogerla también con una sola mano y en la parte de atrás dos grandes asas para llevarla sobre mi espalda. Y la única pega que tengo de ella y lo sabe por supuesto, que no es muy grande para meter muchas cosas en ella. Porque ya con poquito ya está llena y eso que yo la he llenado pero con muchísimas cosas, pero ya sabemos que uno siempre se queja de todo cuando no entra todo lo que queremos meter. Pero no se, es muy cómoda y no puedo quejarme para nada de ella porque sin ella ahora mismo no tendría una mochila en la que poder llevar mis pertenencias.

Al principio de llevarla a cuestas no sabía si se sentía bien de haber dejado a sus otras compañeras, si estaba muy asustada o si podría hablar con ella. Pero un día ella fue la que me dio la primera frase y desde aquel momento no hemos podido dejar de hablar entre nosotros. Hemos vivido muchas aventuras juntos, que ya contare sobre todo, viajes, conciertos, hasta robos, pero lo mejor que puedo decir que es una fiel compañera y que puedo contar con ella. Pareceré que estoy loco, si lo reconozco, pero no se me ha dado tal confianza que no puedo dejarla a un lado, todos los días tenemos que tener una pequeña charla de ver como nos ha ido el día es como una rutina que hemos cogido los dos y cuando no lo hacemos, se echa mucho de menos.

Una de las primeras cosas que me acuerdo, es que una vez metí en ella un libro que pesaba un quintal, dios mío lo que pesaba. Me hizo trizas la espalda, pero es que tenia ganas de leerlo y como tenia tiempo lo hacia entre las hora de la comida y las idas y venidas del trabajo a casa. No se quejó ni una vez, yo la preguntaba y ella tan contenta y encima me decía que leyera en alto para que ella también lo escuchara, y a partir de ahí siempre que meto algo en ella me da su visto bueno, sin ningún peros ni nada. Eso es lo que la hace especial. Pero un día se me derramó la comida en ella, ahí si que ya lo pasé yo mal porque no sabía ni lo que hace ni nada, porque se ensució mucho y no me sentía yo bien por ello, pero reaccione lo mejor posible y la limpie como pude, y más llegar a casa la di un buen remojo y quedó como nueva. Es lo que tiene la vida de una mochila y de un patoso como yo, que siempre la estoy liando como buen patoso que soy, no puedo cambiar.

Dentro de poco ya cumplirá a mi lado unos cuatro años ya y tengo que contaros tantas cosas que he vivido con ella, que poco a poco la vais a ir conociendo un poco su historia conmigo y todo lo que hemos pasado en estos años que al menos a mi me han parecido muy intensos e interesantes.

Javier Tiene Sueño

24/08/2012

lunes, 13 de agosto de 2012

““Adios” cosas malas, “Bienvenido” cosas mejores”

Han pasado muchos días desde la última vez que escribí y si os digo la verdad me han pasado muchas cosas, buenas y malas por supuesto, pero no os quiero aburrir para nada porque no viene a cuento. Solo tengo que decir y ya desde el principio que tengo a gente a mi lado que ha estado ahí al pie del cañón y me han ayudado tanto que no tengo ni las palabras suficientes para poder explicar lo bien que me habéis cuidado y lo bien que me habéis comprendido y escuchado. Por eso MUCHAS GRACIAS y lo digo bien alto y seguramente esas personas saben perfectamente quienes son, aunque son un poco usurpadoras pero bueno. Y lo escribo lo primero por si acaso se me olvida luego. 
Llevo muchos días pensando y pensando en que escribir, he escrito muchas cosas pero todas se han quedado en el tintero. Ya se que os debo una historia pero estoy en ello, hay que ir poco a poco. Pero antes no se me apetecía escribir un poema que me llego digiriendo en mi gran cabezota y no voy a explicar el porqué lo he escrito, solo leerlo y que fluyan las cosas, como es lo que me va a pasar a mí.

“Adiós” a mi amiga soledad,
para que te vayas de una vez y no vuelvas más.
“Adiós” mi tórrida tristeza,
toma el camino recto y dame más fortaleza.
“Adiós” a los malos pensamiento,
vuela muy alto que no te tengo resentimiento.
“Adiós” a las injusticias,
no quiero verte ni con avaricia.
“Adiós” pequeña congoja,
siempre será menos fértil que una hoja.
“Adiós” áridas lágrimas,
me hicisteis compañía, pero no quiero más.
“Adiós” a esas personas que me hace mal,
no os quiero en mi vida ni que salgan por el lagrimal.
“Adiós” a esos sueños torcidos,
que son un momento, pero son lo más jodidos.
“Adiós” pesadez,
fuiste una aliada, pero con mucha insensatez.
 “Adiós” a esos sueños malintencionados
que pueden ser paradojas, pero no ocasionados.
“Adiós” mi dulce terquedad
para que no piense otra vez que no hay nada más.
“Adiós” falsos amigos
porque yo valgo más, pero menos que los mendigos.
“Adiós” mi amada fragilidad,
te echaré de menos, pero quiero otra realidad.
“Adiós” pesada timidez,
déjame vivir pero no con tanta desfachatez.
Esto es lo que quiero que se vaya,
pero quiero una hermosa playa,
para la dar la bienvenida
a otras cosas de mi vida.
“Bienvenido” mi nueva sinceridad,
no pienso callarme más, ya que siento esa voluntad.
“”Bienvenido” a mi querido pensamiento,
no te vuelvas a ir sin mi consentimiento.
“Bienvenido” a la señora justicia,
para tener en cuenta a todo con muchas más astucia.
“Bienvenido” señor tesón,
hazme más fuerte para tener más comprensión.
“Bienvenido” a la señora templanza,
no te me vuelvas a ir para no tenerte más añoranza.
“Bienvenido” a los nuevos amigos,
lo compartiré todo, menos a mi enemigos.
“Bienvenido” a mis nuevos pensamientos,
lo dejare claro para que no haya aspavientos.
“Bienvenido” a esa perdida sonrisa,
“Quédate a mi lado” y no te vayas tan deprisa.
“Bienvenido” a mi querida Luna,
que siempre estas como ninguna.
“Bienvenido” las personas por conocer,
seréis bien recibidas, como el nuevo amanecer.
“Bienvenido” de nuevo a mis ángeles,
os deje un poco abandonados, por esto no quiero se me seáis infieles.
“Bienvenido” a un nuevo yo,
porque tengo que ser mi propio vasallo.
Para acabar, una cosa más
me veréis flaquear
soy persona, lo puedo remediar,
pero habrá más cambios,
eso os lo aseguro,
y volveré a decir “Adiós”.

Ya está aquí, no podéis pensar lo que he tardado en hacerlo, pero he tenido una compañía muy espacial para mí. La banda sonora de la gran película “Memorias de África” que me da mucha paz y armonía, gracias por ese regalo “Faro de guía”. Hasta la próxima y espero no tardar tanto como la última vez.

P.D: Las comillas son canciones de gente que admiro, “Adiós” de Chenoa y “Bienvenido” de Laura Pausini. Y también un pequeño homenaje a una gran película “Quédate a mi lado”.

Javier Tiene Sueño

13/08/2012